¿Procesos o Resultados?
Muchas veces tendemos a medir nuestra vida, ya sea en el aspecto personal o profesional, en base a resultados. Esto es principalmente notorio en las organizaciones en las que se tiende a medir el desempeño de las personas en base al logro de una meta o resultado esperado.
Lo mismo ocurre en nuestro ámbito personal, en el que medimos nuestro propio éxito en base a resultados, esperando que estos ocurran rápidamente y si no es así, abandonamos nuestros objetivos.
El tema es que nuestras metas o sueños requieren tiempo y trabajo y, por lo tanto, es importante poner atención al proceso que realizamos para lograr la meta propuesta. No se trata de conformamos constantemente con “el premio al esfuerzo”, sino que revisar el proceso que estamos haciendo para determinar si efectivamente nos está llevando por el camino que queremos. Cuando algo no nos resulta, tendemos a cambiar la meta o desmotivarnos en conseguirla o incluso a pensar que no servimos para esto o aquello; y es que constantemente nos hablan de resultados y cómo deberíamos siempre conseguir algo si nos lo proponemos. Sin embargo, el proceso es tan importante como la meta, ya que es el medio por el que logramos nuestros objetivos.
Los deportistas de alto rendimiento entrenan muchas horas diariamente, tanto física como psicológicamente, para lograr resultados sorprendentes. Lo mismo con quienes van diariamente al colegio, estudian una carrera, van a trabajar, etc.; siempre hay un proceso de por medio, ya sea dormir determinada cantidad de horas, destinar tiempo al ocio, a la familia, a los amigos, estudiar cierta cantidad de horas, entre otros. Por esta razón, es sumamente importante poner atención a nuestros procesos, con el fin de cambiar nuestras acciones y no la meta según los resultados puntuales que estemos obteniendo.
Las escaleras no se suben en un paso, sino que cada escalón te acerca más al piso al que quieras llegar, y la forma en que decidas subir esa escalera: 2 escalones a la vez, corriendo, escuchando música, etc., depende de ti; y la buena noticia es que la puedes ir modificando según cómo estés durante la subida y no tienes porqué compararte con otras personas que la suban.
¿Qué harás diferente, que dependa de ti, para lograr tus metas?
Idea para empezar:
Busca una actividad que hagas de manera regular (como por ejemplo cocinar un plato específico o movilizarte al trabajo) y hazla de 3 maneras distintas en un plazo de 2 semanas.
Cuando realizas cambios, vas "acumulando" esa experiencia que puede servirte para enfrentar otras situaciones.
¡Un abrazo!
María José Rivera J.
Coaching para Emprendimiento y Liderazgo