¡El Desarrollo Personal no es un Lujo!
Hace unas semanas fui a la exposición de “La Ciudad Prohibida – China Imperial” en Santiago, y me pareció excelente y súper interesante… Y al mismo tiempo, me llamaron la atención varias cosas que me dejaron pensando…
Dentro de la Ciudad Prohibida había diferentes tipos de patios y salones relacionados a diversas áreas de desarrollo para quienes tenían acceso a ellos, como el Emperador y la Emperatriz… Salones y Palacios como: Salón de la Armonía Suprema, Salón de la Armonía Central, Salón de la Preservación de la Armonía, Palacio de la Tranquilidad Terrenal, Salón del Cultivo Mental, Palacio de la Longevidad Tranquila, entre otros; y precisamente esto me llamó la atención: para ser emperador y llevar a cabo todas las responsabilidades que implica el cargo, tenían que trabajar muchas horas al día en sí mismos, en crecer y perfeccionarse. Sin embargo claramente era beneficio de muy pocos.
Y aquí pensé… ¡el desarrollo personal no es un lujo! Aunque muchas veces se asocia a esto, ya que por ejemplo en este caso, efectivamente lo era…
Entonces recordé cuando una persona con la que trabajé en una empresa en un taller y coaching de alineamiento estratégico y liderazgo me comentó: a veces uno cree que este tipo de actividades son para más adelante, cuando uno ya ha alcanzado cierto nivel en la empresa o también en lo personal, no es lo que uno primero se plantea realizar cuando está iniciando un emprendimiento…
Y es que claro, de alguna manera hemos desplazado el desarrollo personal de nuestras vidas como si fuera para algunos, o para más adelante, o cuando tenga tiempo, o más recursos, etc., etc., etc., y simplemente lo dejamos pasar, y nos dejamos de lado, a la deriva de lo que venga para después, dejando que avance la “máquina”; como dicen algunos.
Entonces te pregunto, ¿cómo sería manejar esa máquina a nuestro favor? ¿Cuál sería el comportamiento de esa máquina si la manejamos para que nos lleve hacia dónde queremos ir?
El desarrollo personal es una actividad constante en nuestra vida, y ahora que estamos prontos a terminar un año y a empezar uno nuevo, te invito a reflexionar acerca de cómo te has desarrollado este año, y que pienses en un plan para el que viene, dejándote a ti mismo (a) como una prioridad para crecer, tomando acciones concretas que te encaminen hacia dónde quieres llegar… Liderando tu propia vida…
Un abrazo,
María José Rivera
Coaching para emprendimiento y liderazgo