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Lo que Aprendí en mi Trekking a las Torres del Paine – Parte 2

En mi post anterior te contaba cómo fue el inicio de un viaje maravilloso junto a mi hermano, que no estuvo ajeno a situaciones difíciles para mí. Cargué una mochila tan pesada, que apenas me la podía y me desmotivaba al punto de que no sabía si sería capaz de terminar e viaje.


Luego del segundo tramo del trekking de “la O”, que fue el más difícil, empezó mi transformación y con eso se alivianó mi mochila y aceleré el paso. Cada vez me fui fortaleciendo más, además de ir viendo paisajes aún más increíbles a medida que avanzábamos, como por ejemplo el campo de hielo sur que es realmente impactante, y nos tomamos un tiempo para contemplarlo.


Cada día nos maravillábamos de algo nuevo y había alguna talla o anécdota diferente. Fue un aprendizaje potente. Enfocarme en el Presente y lograr mi meta sin bajar los brazos, sino que cada vez más elevados y orgullosa de mí y mi hermano (y nuestros acompañantes) por el avance que lográbamos.


Me encantaría seguir contándote cada parte del viaje, cada uno de los campamentos y cada persona con la que nos encontramos y conocimos y cómo me ayudaron. Sin embargo no quiero perder el foco de este post, y por lo tanto acá te resumo los aprendizajes más importantes para mí de este maravilloso viaje: 1) Aunque el deporte es una actividad que parece solamente física, tu actitud mental es clave para el logro del objetivo (¡y de cualquiera!). 2) No cargues en tu espalda nada más que lo necesario. Cada cosa que agregues en la mochila es significativo. Si es por 10 minutos no importa, pero cuando la cargas por 9 horas y 10 días seguidos, créeme que cada peso innecesario adicional se vuelve relevante. Lo mismo vale para la vida. 3) Define tu ruta y objetivo para que sepas cómo prepararte; sin embargo también date tiempo para disfrutar del viaje, conocer nuevas personas y ¡tomar unas buenas fotos!

4) Tus pensamientos son claves para lograr lo que propongas: positivos o negativos, que te empoderen o te desmotiven, que te eleven o te minimicen… ¡tú los eliges! Solo ten siempre presente que son para tu cerebro como la bencina a un auto, ¿qué bencina le echas, una de alta o baja calidad? ¡Alta!, ¿cierto? Entonces ojo con tus pensamientos.

5) El trabajo en equipo es sumamente importante. Conocer los puntos más fuertes y débiles de quienes te acompañan son claves para potenciarse y lograr la meta en común. No te me avergüences de tus debilidades ni trates de esconderlas, hay momentos (como en este caso) en que puede peligrar tu vida o tu salud, y esconderlos solo podría agravar el problema para ti y tu equipo. 6) Si en tu equipo hay uno más lento, vas al ritmo de ese, no del más rápido: empatía y cuidado por tu equipo (una de las bellas moralejas del montañismo en nuestro caso aplicado al Trekking, ¡gracias hermano!). 7) Si te lo propones, lo puedes lograr. Más lento que otros, más rápido q otros, a tu propio ritmo... Confía en que lo puedes hacer, programa tu mente para que así sea y ¡hazlo! (Al menos 1 ejercicio mental diario hice en este camino). 8) ¡Celebra tu logro como corresponde! Cuando llegamos de vuelta a Puerto Natales, nos encontramos con hartas personas en un Restaurant comiendo un buen y rico plato de comida (¡y una cosita para tomar para acompañar!). Celebrar los logros nos hace más felices, nos hacemos un cariñito y ¡pucha que lo pasamos bien! Y tú, ¿qué estado mental elegirás para enfrentar tu próximo desafío?

¡Comparte tus reflexiones en los comentarios para potenciar los aprendizajes!

Un abrazo, María José Rivera J.

"Acompañando a personas, emprendedores y equipos a lograr sus sueños y metas".

Coaching para Emprendimiento y Liderazgo

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